El sorteo de los Playoffs intercontinentales en Zúrich emparejó a la ‘Verde’ con Surinam en la llave 2. Si avanza, Bolivia definirá su cupo mundialista ante Irak en marzo de 2026 en México.

La selección de Bolivia conoció este jueves su ruta en el repechaje intercontinental rumbo al Mundial de Norteamérica 2026, tras el sorteo realizado en la sede de la FIFA en Zúrich, Suiza. El combinado dirigido por Óscar Villegas se medirá primero con Surinam, representante de Concacaf, en la Fase 2 de la llave 2. En caso de superar ese cruce, la ‘Verde’ disputará, a partido único, un duelo decisivo ante Irak por uno de los dos cupos disponibles para la Copa del Mundo. Los encuentros del repechaje se disputarán entre el 23 y el 31 de marzo de 2026, en las ciudades mexicanas de Guadalajara y Monterrey.
El sorteo en Zúrich y el camino que deberá recorrer Bolivia
De acuerdo con la configuración oficial de los Playoffs intercontinentales, Bolivia quedó ubicada en la llave 2 y deberá enfrentar en primera instancia a Surinam, selección que accede al repechaje tras ubicarse entre los mejores segundos de su confederación.
El ganador de ese partido se enfrentará posteriormente a Irak, que aguarda directo en la fase final de la llave 2 a la espera de rival. El vencedor de ese segundo encuentro obtendrá uno de los dos cupos intercontinentales para el Mundial 2026.
En la otra parte del cuadro, correspondiente a la llave 1, se medirán Nueva Caledonia y Jamaica, y el equipo que resulte vencedor se enfrentará luego a la República Democrática del Congo. De esa llave saldrá el segundo clasificado vía repechaje.
Formato del repechaje intercontinental rumbo a Norteamérica 2026
El repechaje se disputará en un formato concentrado de sede única, en fechas FIFA previstas entre el lunes 23 y el martes 31 de marzo de 2026. La FIFA definió como sedes a Guadalajara y Monterrey, en México, uno de los tres países organizadores de la Copa del Mundo junto con Estados Unidos y Canadá.
Las llaves se jugarán a partido único: primero los cruces preliminares (Bolivia vs. Surinam y Nueva Caledonia vs. Jamaica) y luego los enfrentamientos ante Irak y la República Democrática del Congo, respectivamente. No habrá partidos de ida y vuelta ni marcadores globales; por tanto, el avance se definirá en 90 minutos, con tiempo extra y penales de ser necesarios.
Los dos ganadores de las fases finales de cada llave asegurarán su presencia en el Mundial 2026, completando el cuadro definitivo de selecciones clasificadas.
El desafío deportivo para la ‘Verde’
Por su ubicación en el ranking FIFA, Bolivia está obligada a disputar una ronda preliminar ante Surinam antes de aspirar al cruce con Irak. Ello implica encarar dos partidos de eliminación directa en territorio neutral y en un lapso de pocos días, lo que añade exigencias físicas, tácticas y logísticas.
La selección boliviana llega al repechaje con el objetivo de volver a una Copa del Mundo por primera vez desde 1994, cuando participó en Estados Unidos. Desde entonces, la ‘Verde’ no ha conseguido superar las Eliminatorias sudamericanas ni los sucesivos sistemas de clasificación intercontinental.
Surinam, por su parte, representa a Concacaf y se presenta como un rival que ha logrado consolidarse en los últimos años como uno de los equipos emergentes de su región, mientras que Irak llega desde la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) con experiencia previa en torneos internacionales, incluido el Mundial de 1986 y participaciones regulares en la Copa Asiática.
Implicancias deportivas y proyección para Bolivia
El emparejamiento conocido tras el sorteo tiene varias implicancias para Bolivia:
- Exigencia competitiva: deberá superar a un rival de Concacaf y luego a un representante asiático para asegurar su clasificación, en un contexto de partidos únicos sin margen para errores.
- Planificación de plantel y calendarización: el cuerpo técnico deberá coordinar con clubes locales y del exterior la liberación de futbolistas para la ventana FIFA de marzo de 2026, así como definir la base del equipo y los posibles recambios.
- Preparación previa: se prevé que, en los meses anteriores al repechaje, la selección programe amistosos y microciclos de trabajo orientados específicamente al modelo de juego que pretende aplicar frente a Surinam y a un eventual duelo ante Irak.
- Impacto regional: una eventual clasificación de Bolivia reforzaría la presencia sudamericana en Norteamérica 2026 y tendría repercusiones deportivas, económicas y simbólicas para el fútbol boliviano, que busca consolidar un proceso competitivo internacional.
Calendario y sedes: lo que se sabe hasta ahora
Aunque la FIFA ha establecido el rango de fechas para el repechaje intercontinental —del 23 al 31 de marzo de 2026—, el detalle fino del calendario (días exactos y horarios para cada llave) deberá ser precisado más adelante por el organismo rector del fútbol mundial.
Sí se encuentra confirmado que los partidos se desarrollarán en Guadalajara y Monterrey, plazas que ya han sido seleccionadas como sedes oficiales del Mundial 2026 y que ofrecen infraestructura de nivel internacional, tanto en estadios como en servicios de logística y alojamiento para las delegaciones.
En ese escenario, Bolivia deberá adaptarse a condiciones climáticas, de altura y de desplazamiento distintas a las que acostumbra en La Paz u otras ciudades del altiplano, un factor que el comando técnico tendrá que considerar en su planificación física y táctica.
Panorama
Con el sorteo de los Playoffs intercontinentales, Bolivia ya conoce el camino que deberá recorrer para intentar regresar a una Copa del Mundo tras más de tres décadas de ausencia. La ‘Verde’ enfrentará primero a Surinam y, de avanzar, se jugará la clasificación frente a Irak en marzo de 2026, en México, bajo un formato de partido único. El resultado de estos compromisos definirá no solo la presencia boliviana en el Mundial de Norteamérica, sino también el impacto deportivo y estructural que la campaña rumbo a 2026 tendrá en el futuro inmediato del fútbol del país.
