El MetLife Stadium será escenario de un duelo entre dos proyectos futbolísticos construidos a base de fortunas extranjeras. El PSG busca la perfección; Chelsea, la reivindicación.

El Mundial de Clubes 2025 llega a su punto culminante con una final que trasciende lo meramente deportivo: Paris Saint-Germain y Chelsea, exponentes del fútbol-empresa global, se enfrentan este domingo a las 15:00 (hora local) por el título del torneo organizado por la FIFA bajo un nuevo y ambicioso formato con 32 equipos.
La final del capital: dos modelos de inversión enfrentados
El PSG y Chelsea representan la era del fútbol como plataforma de inversión global. Qatar Sports Investments adquirió el club parisino en 2021, con una hoja de ruta clara: posicionarlo como el mejor equipo del mundo. Chelsea, por su parte, fue comprado por Todd Boehly y el fondo Clearlake Capital en 2022, apostando a un modelo agresivo de fichajes jóvenes y renovación institucional.
Ambos equipos figuran entre los diez que más dinero han gastado en fichajes desde 2021. Según datos de Transfermarkt, el PSG ha invertido más de 850 millones de euros en tres años, mientras que Chelsea supera los 1.000 millones en el mismo periodo.
El PSG de Luis Enrique: un proyecto consolidado sin Mbappé
Luis Enrique llegó a París en medio del escepticismo tras la salida de Kylian Mbappé, pero ha demostrado una capacidad de gestión y evolución táctica que hoy tiene a su equipo como favorito mundial. El conjunto francés ha conquistado la Ligue 1, la Copa de Francia y la UEFA Champions League, y busca ahora completar un póker inédito para sus vitrinas.
En este Mundial de Clubes, el PSG ha mostrado una identidad colectiva robusta. La presión alta, la intensidad en campo rival y la rotación ofensiva son sus principales armas. Kvaratskhelia y Dembélé han sido desequilibrantes por las bandas, mientras que Vitinha y Fabián Ruiz marcan el tempo del mediocampo. La solidez defensiva, sin embargo, se verá comprometida por las bajas del central Willian Pacho y el lateral Lucas Hernández, ambos suspendidos.
“Realmente queremos este título. Sería una temporada absolutamente perfecta, casi irrepetible”, declaró Marquinhos, capitán del equipo.
Chelsea: reconstrucción estratégica con una plantilla de profundidad
Enzo Maresca ha dado estabilidad a un equipo que en temporadas anteriores mostró desequilibrio pese a sus fichajes millonarios. Con un 4-3-3 flexible, Chelsea ha priorizado el control del medio con Enzo Fernández, Moisés Caicedo y Cole Palmer como núcleo creativo y defensivo. João Pedro, autor de dos goles en la semifinal ante Fluminense, podría ser titular como referencia ofensiva.
Caicedo, sin embargo, es duda para la final tras una torcedura de tobillo. “Es un jugador vital para el equilibrio del equipo. Esperamos que esté en condiciones”, indicó Maresca el viernes.
Los Blues vienen de una campaña discreta en la Premier League (cuarto lugar) pero con un título en la Conference League que les sirvió para asentarse como equipo competitivo. Buscan su segundo Mundial de Clubes tras el obtenido en 2021.
“PSG es una referencia mundial. Pero nosotros también hemos mostrado nuestra identidad con y sin balón”, expresó Maresca.
Una final bajo condiciones extremas y con entradas rebajadas
El MetLife Stadium, en Nueva Jersey, será sede de la final tanto de este Mundial de Clubes como del Mundial 2026. La FIFA espera un lleno total, pese a las altas temperaturas previstas: 28 °C al inicio del partido, con una sensación térmica cercana a los 33 °C.
En respuesta a la demanda, la organización redujo los precios de las entradas: las más baratas bajaron de 330 a 199.60 dólares en las últimas 24 horas. Esta política de accesibilidad busca garantizar un ambiente masivo en las gradas.
Un torneo con valor estratégico para la FIFA
Esta edición del Mundial de Clubes marca el inicio del nuevo modelo aprobado por la FIFA: 32 equipos, con participación de clubes de todas las confederaciones, y realizado cada cuatro años. Para Gianni Infantino, el torneo es una oportunidad de elevar el perfil de los clubes no europeos y reforzar el vínculo comercial con mercados clave como el estadounidense, el asiático y el árabe.
Con la presencia de marcas como Nike, Qatar Airways, American Express y Coca-Cola como patrocinadores principales, el certamen ha movilizado más de 800 millones de dólares en derechos de transmisión y patrocinio global.
Perspectivas y cierre
El encuentro entre PSG y Chelsea no solo coronará al campeón del mundo de clubes, sino que marcará un hito en la era moderna del fútbol globalizado. Más allá de los nombres en el césped, la final representa la pugna por la supremacía entre modelos económicos, estilos tácticos y culturas futbolísticas distintas.
Sea cual sea el resultado, el partido reflejará el estado actual del fútbol de élite: una mezcla de talento, estrategia y capital que redefine los límites del deporte. El balón rodará a las 3:00 p.m., y el mundo estará mirando.